25 enero, 2007

PUESTA DE SOL


Puesta de sol
Por un cielo mudo y frío,
sin nubes y sin color,
bajaba un sol moribundo,
muerta sombra de aquel sol
que las viejas primaveras templaba fecundador.
Eran las tierras de ocaso
desiertos que Dios creó
para que el hombre se acuerde
del Paraíso de Dios
y muera con la nostalgia
del que es infinito amor;
y donde el cielo se unía,
sin nubes y sin color,
con una llanura muerta
que el ruido nunca habitó,
con lentitudes dolientes organizaba aquel sol.
Y no tuvo en su caída ni pueblo que la sintió,
ni pájaro que cantara la vespertina canción
, ni selva que se moviera,
ni hombre que alzara su voz,
ni torre que se pintara con el dorado arrebol,
ni sedalino celaje que embebiera en su vellón
la púrpura derretida del último resplandor.
Entre desiertos desnudos la muerte le sorprendió,
y al que muere en el desierto no le ve nunca el amor,
ni nadie le presta oídos,
ni nadie le dice adiós.
Así murió aquella tarde solo y quejándose el sol:
¡Así se mueren los hombres que han vivido sin amor

Cervantes

1 Comments:

Blogger Verena Sánchez Doering said...

que hermoso leer esto, Cervantes una maravilla
te dejo mi cariño y deseo que estes bien
si voy lento pero lograre salir adelante una vez mas
eres una linda amiga, te quiero mucho y tus palabras me ayudan mucho amiga
yo deseo que este bien, mas tranquila y con mucha fuerza
que sea un lindo fin de semana y cuidate mucho
besitos



besos y sueños

3:57 a. m.  

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